Paulina Carbajal

Comencé mi práctica de yoga en el 2012 (a mis 17 años), tomando clases con mi mamá en un lugar rodeado de pura gente más grande que yo. Pero desde el primer momento, algo dentro de mi sabía que mi camino espiritual me llevaría a convertirme en maestra para poder impartir clases y ahora certificaciones.

Comencé a ahorrar para mi primera certificación un año después de que mi mamá completara la suya. Lamentablemente, 10 meses antes de comenzar, mi mamá, mi maestra más importante de vida falleció. Ese suceso logró que mi práctica y amor por el yoga fueran mucho más que solo mover el cuerpo. Ahora utilizó cada clase y movimiento para honrarla y mantener su recuerdo presente.

​Me encanta estudiar y aprender nuevas cosas, por lo cual trato de mantenerme siempre actualizada. Por eso, cuando conocí rocket, solo era cuestión de tiempo para certificarme y poder aplicar todo lo aprendido a mi práctica personal y a la de mis alumnos